Como todas las mamás, he tenido que modificar mis rutinas.
Un cambio que me ayudó muchísimo fue, el tomar mi baño de ducha por las noches, una vez que mi nena ya está dormida.
Antes de hacer este cambio, padecía todos los días para sacar tiempo en las mañanas y darme un baño, porque siempre había algo más importante que hacer, y al final se me iban pasando las horas, me ponía de mal humor y terminaba dándome un baño de prisa a medio día o en la tarde.
Por lo que decidí cambiar de horario, y ahora que me ducho por las noches, lo hago más tranquilamente, ya mi esposo está en casa por si la bebé llegara a despertar.
Y las mañanas las disfruto más, me despierto, le doy el biberón a la bebé, me cambio de ropa, me arreglo un poco y estoy lista para empezar el día y de mucho mejor humor!!!!